Marzo ya se dejó caer y su temido nombre para muchos de nosotros, marca el inicio de un año cargado de responsabilidades. Para nuestros peques, sin duda, se asocia al sonido de la campana y con ella, el regreso a los estudios y la rutina escolar. Ciertamente, para nadie es grato volver a las estructuras y cumplir con ciertas exigencias que nos impone el diario vivir, nuestros hijos/as no son la excepción. Luego de alrededor de dos meses y algo más de un merecido descanso veraniego, libre de horarios y restricciones, debemos preparar a nuestros niños/as para un nuevo año cargado de aprendizajes y es aquí donde toma vital importancia el tema central de este artículo, del cual 14 sur no quiere estar ajeno: los hábitos de estudio en el hogar.-
¿Qué son los hábitos de estudio?
Quizás el sólo hecho de mencionarlos nos hace una idea sobre lo que son, sin embargo, siempre es bueno dar una mirada conceptual para introducirnos al tema en cuestión. Múltiples son las definiciones que diversos especialistas, entendidos en educación, hacen sobre el tema y las cuales son similares unas entre otras. Para efectos de este artículo nos quedaremos con una que es muy recurrente y citada en diversos textos relacionados con la temática y la cual corresponde a García, H. y Palacios, R. (2000), quienes se refieren a ellos como: «La repetición del acto de estudiar realizado bajo condiciones ambientales de espacio, tiempo y características iguales. El hábito de estudio es el primer paso para activar y desarrollar la capacidad de aprender en los alumnos». En otras palabras, los hábitos de estudio son un conjunto de acciones y/o actividades que conforman una rutina, considerando diversos factores que se convierten en características importantes al momento de enfrentarse a los estudios, logrando con ellos, mejorar los aprendizajes y las habilidades relacionadas, cuando el estudiante los incorpora de manera constante, por decirlo así, en su día a día académico.
Como los hábitos de estudio se refieren a acciones concretas para estudiar, podemos decir que éstos se pueden adquirir; sólo es cosa de irlos incorporando gradualmente en las actividades diarias de nuestros hijos/as. Pero es importante considerar que de la noche a la mañana estos hábitos no se fijarán de forma inmediata, por lo que es necesario ser constante en ellos y, en el caso de los padres (apoderados y/o familia), deben tomar un rol activo de apoyo y refuerzo en estos hábitos, sobretodo si se trata de incoporarlo al niño/a en edad escolar.
Importancia y beneficios los hábitos de estudio.
Los hábitos de estudio son sumamente importantes para los aprendizajes actuales y futuros de nuestros hijos/as, ya que en la medida en que se fijan e incoporan a la rutina escolar, entregan ventajas que no sólo se centran en los estudios propiamente tales, sino que también contribuirán al desarrollo integral de nuestros niños/as y los preparará ante los desafíos de la vida. Entre los beneficios más importantes que otorgan los hábitos de estudio bien implementados en nuestros estudiantes se puede mencionar:
– Optimización de los aprendizajes escolares.
– Rendimiento académico esperado y de acuerdo a las capacidades del estudiante, desarrollándose éstas últimas cada vez más y adquiriendo a su vez nuevas habilidades y/o despertando otras que se encontraban «dormidas» en el niño/a.
– Aumento del autoestima; ya que el estudiante comenzará a sentirse seguro y confiado de sus propias capacidades y/o habilidades y eso le permitirá valorarse a sí mismo, mejorando la imagen que tiene de sí, permitiendo además el autoconocimiento.
– Las competencias adquiridas a raíz de los hábitos de estudio y los aprendizajes obtenidos en diversas asignaturas en el contexto de enseñanza formal (escuela) son facilmente aplicados por el niño/a en otros contextos, vale decir, en otros ámbitos de la vida, logrando un desarrollo integral y asegurando así el éxito ante las diferentes situaciones que ofrece el diario vivir.
¿Cómo incorporar los hábitos de estudio a la vida escolar de nuestros hijos/as?
Sin duda, existen un sinnúmero de recomendaciones para formar en nuestros hijos/as hábitos de estudio. La escuela de por sí, ya hace parte del trabajo al aportar con una rutina sistemática durante el año a través de la jornada escolar y los procesos de enseñanza/aprendizaje en el aula. Más de alguna vez en las reuniones de apoderados, hemos recibido algún consejo para que nuestros niños/as mejoren sus aprendizajes en el hogar, ya que para el éxito académico de nuestros retoños, es sumamente necesario que lo adquirido y entregado por la escuela, sea reforzado en el hogar con el apoyo constante de los padres, quienes tienen un rol protagónico en los aprendizajes de sus hijos/as y su consecuente éxito escolar.
Algunos consejos generales.
Muchos de los consejos que se entregan a continuación, seguramente le sonarán conocidos e incluso como especialista en la crianza y cuidado de sus hijos/as tendrá algunos que han nacido de su experiencia… Y es que los hábitos de estudio si bien responden a ciertos requerimientos generales para lograr aprendizajes de calidad, en el hogar éstos también se personalizan de acuerdo a la realidad y requerimientos de cada niño/a. El objetivo, sin embargo, es uno solo: lograr el éxito escolar y el desarrollo individual de nuestros hijos/as, y para ello debemos de considerar, como padres, el estar siempre presentes en la formación de dichos hábitos de estudio, sobre todo en los primeros años de escuela para ir gradualmente fomentando la autonomía en el niño/a, pero jamás dejando de supervisar sus avances y necesidades de apoyo cuando lo requiera:
1.- Destinar un espacio en el hogar dedicado a los estudios, que por lo menos cumpla los siguientes requisitos: que sea agradable y acogedor, cuente con una mesa, silla y luz adecuados para el estudio; lejos en lo posible de ruidos y otros distractores (televisión, radio, teléfono celular, etc).
2.- Establecer un horario diario para el estudio: recomendable una hora fija por día (no variar en el horario) para establecer así una rutina.
3.- Realizar en conjunto la revisión diaria de cuadernos para así asegurarse de las tareas o estudios que debe realizar su hijo/a y dar prioridad a la asignatura que se debe preparar de acuerdo a los requerimientos del niño/a y las exigencias propias de la escuela, ayudandolo/a a planificar su hora, orientando además en las técnicas de estudio más pertinente para las tareas que presenta. Si se da el caso en el cual «no hay qué repasar o tarea a realizar» (lo que es poco probable) dedicar esa hora a la lectura compresiva de algún libro. La idea es siempre mantener esa hora fijada dedicada al estudio.
4.- Si su hijo/a dispone de computador e internet: Procurar que utilice el recurso multimedia con fines de estudio durante la hora establecida y hacer conciencia de no utilizar redes sociales durante ese espacio, procurando que una vez terminado el estudio, el estudiante pueda utilizarlas.
5.- Siempre permitir que su hijo/a realice una actividad de su agrado luego de estudiar, los refuerzos positivos son siempre necesarios y, sobre todo, ante logros, por mínimo que estos sean, entregar estímulos que pueden ser desde muestras de afecto así como pequeños incentivos, que, sin embargo, no deben ser excesivos, para evitar que el estudio sea visto como un «negocio».
6.- Ante los posibles fracasos en el rendimiento escolar de su hijo/a, es importantísimo no tomar una actitud de castigo frente a la situación; entregar seguridad al estudiante en que puede mejorarla, analizar en conjunto las dificultades que tiene, entregando apoyo y por sobre todo hacerle sentir que no está solo, ya que el castigo frente a los fracasos, sólo hará que su hijo sienta rechazo por los estudios.
7.- El hábito de estudio principal: BRINDAR AFECTO. Como padres somos los primeros en entregar la llave más eficaz para los aprendizajes exitosos de nuestros hijos/as. Con cariño, aunque para muchos suene exagerado decirlo, se mueven montañas y en la rutina escolar a la que se ven enfrentados desde pequeños nuestros niños/as, no son menores las resposabilidades, desafìos, éxitos y fracasos. Una mano familiar que esté siempre al lado del niño/a acompañándolo en este proceso, entregando cariño, comprensión, manifestando interés, involucrándose en las labores diarias, apoyando oportunamente, innegablemente, será la base para que el día de mañana ese pequeño estudiante que logra el éxito en sus estudios, logre el éxito en su propia vida, de la mano de los referentes más significativos para él; sus padres.
Sin duda, se podrían enumerar muchos más consejos para formar hábitos de estudio, este artículo sólo busca entregar una orientación que sirva de ayuda para iniciar la vuelta a clases de nuestros pequeños/as, sin embargo, no se pueden cerrar estas líneas sin dejar de decir que el éxito escolar maneja una simple clave de la cual ya dimos luces en el consejo anterior: padres comprometidos = hijos/as exitosos. ¡Feliz año escolar y éxito para todos nuestros estudiantes de la región!
Referencia bibliográfica
García, H. y Palacios, R. (2000). Factores condicionantes del aprendizaje en lógico matemático. Tesis de grado de Magíster. Lima. Universidad San Martín de Porras.
Por Eduardo Torres Sepúlveda
Profesor de Educación Especial y Diferenciada
Magister de Educación Especial y Psicopedagogía.