Mientras para la Real Academia Española la bicicleta es: un “Vehículo de dos ruedas de igual tamaño cuyos pedales transmiten el movimiento a la rueda trasera por medio de dos piñones y una cadena”; para Prisila es: “un instrumento noble, mágico y generoso” que, sin pedir nada a cambio, le entregó la posibilidad de dar vida a lo que hoy presenta como uno de sus mayores orgullos: Bicitour Panguipulli, emprendimiento que le ha demostrado que no sólo se necesita dinero para concretar sueños y metas.
Quedar inesperadamente sin trabajo a finales del año 2011, fue un bajón de aquellos para Prisila, quien tras titularse de Pedagogía en Lenguaje y Comunicación de la Universidad Católica de Temuco, el año 2007, volvió a la comuna que la vio nacer con el fin de colaborar y compartir su vocación y conocimientos con niños de la zona, mentalizando todas sus proyecciones en aquel empleo que de un día para otro ya no tenía.
¿Qué hago ahora?, fue la pregunta que muchas veces dio vueltas en ella. Sabía que le gustaba el deporte y la aventura, crecer en Neltume, rodeada de naturaleza le había ayudado a definir esa cualidad, por eso cuando el “Lete” -su suegro, don Manuel González- le regaló 500 mil pesos, no dudó en comprar cuatro bicicletas. No tenía bien claro cómo iba a trabajar con ellas, sólo sabía que si hacía algo, quería que fuera arriba de dos ruedas.
Así, tras conversaciones con amigos, experiencias de vida y estudios de mercado caseros que evidenciaron la falta de actividades turísticas en la ciudad, el verano del año 2013 nace Bicitour Panguipulli, pequeña empresa dedicada al arriendo cletero y venta de guiados turísticos a sectores rurales y que, como reconoce su gestora, fue impulsada en base a la solidaridad.
“Bicitour fue un salvavidas que nació de una necesidad laboral. Yo tenía una bicicleta que era mía y había comprado cuatro con el regalo del Lete, mi papá me prestó la suya y un amigo dos más; y otra amiga, que vive en la entrada a la playa, me dejó poner las bicis en el patio de su casa con un letrero que decía que eran para arriendo. Todo fue muy artesanal y si bien ese año no gané mucho dinero, sí gané que me conocieran y sin darme cuenta hice famoso mi emprendimiento”, relata Prisila.
Y la fama fue tal, que este verano Bicitour Panguipulli cuadriplicó las ganancias de arriendo y guiados turísticos, recibiendo visitantes de Suiza, Inglaterra y varias regiones del país, quienes llegaron por información de la web o la oficina de turismo local, demostrándole a Prisila que no se había equivocado con su apuesta y que su emprendimiento es un producto con altas proyecciones.
A velocidad modo pesado.
La amplia cantidad de circuitos y arriendos producidos en la temporada veraniega, no sólo le permitieron a esta emprendedora aumentar considerablemente los ingresos de su empresa, sino que la obligaron a incorporar nuevas rutas y servicios.
De esta manera, junto con añadir un guiado donde el pedaleo se mezcla con remo, también contrató un guía que la acompaña y ayuda cuando el grupo lo requiere, entregando oportunidades laborales a otras personas, característica que la ha llevado a mirar aún más seriamente lo que ha formado.
“Este verano me sirvió para darme cuenta que Bicitour es algo grande que no sólo me aporta a mí, sino que además aporta a la comunidad, a la vida sana, al deporte, al turismo de mi comuna y lo más importante, genera que otros también reciban ingreso con el arriendo de los kayak y el servicio de guías, permitiéndonos en distintos ámbitos crecer a todos”, enfatiza Prisila.
Además, como para ella la bicicleta no necesita de una estación del año en particular para funcionar, sino que de “ganas y energía”, desde el 2013 también organiza una vez por mes, durante todo el año, guiados y pedaleos por diferentes rutas aledañas a Panguipulli; paseos que también han sido exitosos y donde el estilo familiar, con participación de padres e hijos, ha permitido formar grupos de hasta 14 personas por salida.
De esta manera hoy, a pesar de encontrarse felizmente trabajando como profesora, Prisila no imagina su futuro sin seguir proyectando Bicitour, empresa que actualmente maneja junto a su esposo Claudio y su pequeña hija Amanda de tres años, quienes colaboran en la mayoría de los paseos y la impulsan a seguir adelante en este atrevido y pedaleado proyecto que, además de ayudarla a levantarse en un difícil momento, la llevó a despertar un espíritu emprendedor que hasta entonces ignoraba poseer.
Facebook: Bicitour-Panguipulli
Por Texia Araneda
Hola, buenas tardes me ha orientado tu opinión, llevaba mucho tiempo buscando averiguación
sobre el asunto y no la he encontraba por ninguna parte,
te doy mi más sincera felicitación porque sé el sacrificio
que lleva hacerlo y te has ganado un seguidor mas de
tu blog. Un saludo