En estos últimos años nos hemos sorprendido por la masiva muerte de abejas en todo el mundo. Ahora, en Chile y en especial en nuestra región una considerable merma en las colmenas ha reducido la producción de estos insectos tan importantes para nuestro ecosistema.
Desde el 2006 que se produce una inusual muerte masiva de abejas, las cuales incluso superan el 30% a nivel mundial, sin embargo, esto comenzó a mediados de los 90 en forma paulatina. Primero, desaparecieron en Francia, siguió Italia, España, Suiza, Alemania, Austria, Polonia, Inglaterra, Eslovenia, Grecia, Bélgica, Canadá, EE.UU. Brasil, Japón, la India, y también en Chile.
Esta desaparición de abejas se denomina con la sigla DSC (síndrome de despoblamiento de colonias o Colony Collapse Disorder) que se refiere a la masiva muerte de abejas obreras en forma abrupta. El colapso de las colonias es significativo para la economía, porque muchos cultivos, en diferentes partes del mundo, son polinizados por abejas.
Una de las fechas más significativas en este proceso, que si bien se ha dado en otras ocasiones, no ha sido de forma tan fuerte como de ahora, la sufrieron el 2013 los habitantes de Quillón y Liucura Alto, cerca del río Itata, en la región de Bío Bío, preocupó a los cultivadores y desde entonces se ha buscado con más intensidad, la razón de la muerte de las abejas
La muerte de estos insectos no sólo afecta a pequeña y mediana empresa de a apicultura –porque son parte importante de las mismas, por la producción de miel y sus derivados, con los aportes al bienestar de las personas por sus propiedades antisépticas, energizantes y expectorantes entre otras- sino que además cumplen un rol fundamental en el ciclo de reproducción de la flora silvestre. Cuando buscan el alimento, las abejas diseminan a su vez el polen y permiten el proceso de la polinización (llegando incluso al 70% de los cultivos destinados a nuestra alimentación).
¿Qué está matando a las abejas?
Después de muchos análisis en diversas localidades del país, surgieron varias posibilidades del porqué las abejas se están muriendo, hasta que un estudio de la Universidad de Maryland y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos sostuvo que la causa sería la mezcla extraña de pesticidas y fungicidas que contaminan el polen que las abejas recolectan para alimentar sus colmenas.
Estos químicos tienen un modo de acción común que afecta el sistema nervioso de los insectos causando parálisis y por supuesto la muerte. Además, son tan poderosos que entre sus efectos dentro de las colmenas puede incluso afectar el proceso de crecimiento de las larvas. Estos elementos pueden estar en los residuos de néctar y polen plantas tratadas previamente con estas sustancias. Además, podrían también contaminar a las aves que comen de los frutos y flores tratadas con pesticidas.
Otro factor que influye en la desaparición de las abejas es el negocio forestal. La biodiversidad de nuestro bosque nativo ha sido ferozmente sustituido por la masiva plantación de monocultivos exóticos de rápido crecimiento como el pino y el eucaliptus, que no satisfacen las necesidades alimentarias de las abejas, ya que el pino no tiene flor que las abastezca de polen; asimismo, la fumigación de estas plantaciones artificiales ha provocado la muerte de colmenares completos, por la toxicidad de los pesticidas. Cuando atacó la Polilla del pino, las forestales fumigaron todas sus plantaciones y con ello murieron casi todas las abejas de la región.
¿Qué hacer?
Lo ideal para los apicultores es mantener las infecciones y enfermedades propias de las abejas bajo control de medicamentos naturales que venden en lugares de apicultura y asesorarse por alguien especializado en el tema.
Además, tener flores y árboles que sean de crecimiento lento y que –como dijimos antes- satisfagan las necesidades alimentarias de las abejas. Y en el momento de fumigar, se hagan asesorar para ocupar algún tipo de repelente natural y no pesticidas o químicos fuertes que puedan mermar la población de las abejas.
La verdad, nosotros como consumidores de los productos derivados de la miel, lo importante es crear la conciencia de lo necesarias que son las abejas para el ecosistema e intentar ayudar a los apicultores a que se mantengan en vida estos insectos.
Por Carla Ilabaca