Cada uno de nosotros guardamos en nuestra memoria olores de la cotidianeidad y de los perfumes que nos rodean, los cuales nos traen al presente pensamientos del pasado, de alegrías o penas, así como momentos cruciales que marcaron nuestras vidas. Esta amalgama de experiencias que nos condicionan, toman para Cristy Coronado Velásquez una dimensión diferente y especial cada vez que percibe el aroma del Homme 33 de Èsika, el cual no sólo evoca de amor y angustia hacia su esposo, sino también recuerdos que marcaron al país y al mundo.
El derrumbe ocurrido en la mina San José, a unos 50 kilómetros de Copiapó, ocurrido el 5 de agosto del 2010, no sólo dejó atrapados a 33 mineros, sino que también dejó caer la incertidumbre y soledad a Cristy Coronado en la lejana comuna de Los Lagos (región de Los Ríos) ya que su esposo Juan Carlos Aguilar Gaete era uno de los que se encontraban a 700 metros de profundidad.
Frente a la falta de trabajo en la zona, Juan Carlos debió emigrar y Cristy buscar una alternativa laboral que le permitiera mantener su familia compuesta por cinco hijos. Es así que una semana antes de la tragedia ella decidió formar parte del equipo de vendedoras de la multinacional empresa de productos de belleza Belcorp (Ésika, lbel, cyzone) los cuales ya conocía sólo como una consumidora más, cuya decisión tendría un impacto positivo en el mayor momento de complejidad personal.
“Trabajar en Ésika fue parte del destino”, manifestó Cristy. La razón… la empresa que le brindó la oportunidad de emprender, no la dejó sola y la acompañó, apoyó y ayudó a cada instante de los 69 días que permaneció a un costado de la mina en espera de una respuesta satisfactoria a sus plegarias, siempre llevando en su bolsillo el Homme 33 de Èsika, que en su primer pedido solicitó como regalo para Juan Carlos, y que por azar del destino, su denominación coincidió con este suceso de trascendencia internacional.
Tal como el nombre del campamento, la esperanza nunca se perdió ni para Cristy ni para las esposas de los restantes atrapados, las cuales además conocieron de la generosidad de esta laguina y de la empresa Ésika, ya que sus productos llegaron a las manos de quienes habitaron la precaria ciudad instalada en el desierto, contribuyendo con una alegría a romper la tensión de la espera.
Luego de cuatro años, Cristy Coronado es una fiel representante de la empresa Belcorp (Èsika lbel cyzone)
en Los Lagos con la cual continúa ofreciendo sus productos, contribuyendo con esta actividad a incrementar los recursos para su hogar, fortaleciendo su autoestima y las ganas de crecer, junto al respaldo constante de la gerente zonal de Belcorp, Paula Villouta, de quien destacó su compromiso y entrega al momento de incentivarla en este emprendimiento, que desde sus inicios dejó una huella en su vida.