Intolerancia al gluten:
Cuando comer pan puede ser perjudicial para la salud
Cada vez son más los chilenos que sufren de la enfermedad celiaca y que no pueden consumir productos a base de trigo, cebada e incluso avena.
Por Michelle Carpentier
Comer pan con mantequilla, tomar una cerveza helada con los amigos o saborear unas galletas mientras se toma un café, son cosas que para la mayoría de las personas son parte de la rutina. Una parte dulce y agradable, pero que muchas veces puede pasar desapercibida. Para aproximadamente el 1% de la población chilena, realizar este tipo de actividades puede presentar un riesgo, ya que el simple hecho de consumir productos a base de gluten puede con llevar graves problemas médicos
Enfermedad silenciosa
Ruddy Little (62) lleva más de diez años sin consumir gluten, cuenta que debió consultar con diferentes médicos y realizarse un sinfín de exámenes para poder descubrir la enfermedad que le afectaba. “Estaba sin energías y me fatigaba muy rápidamente. En un principio pensé que era mucho trabajo, pero ningún tratamiento médico hacía efecto, hasta que visité un gastroenterólogo y luego de un par de exámenes me dijo que tenía intolerancia al gluten. Yo no tenía idea que era eso”, explica.
Según información de la Red de Salud UC, la Enfermedad Celiaca (EC) es la intolerancia permanente a una proteína llamada gluten por lo que no se debe consumir alimentos que contengan trigo, cebada, centeno y, en algunos casos, avena. Esta condición, en la mayoría de los casos hereditaria, se caracteriza por ser una reacción alérgica que produce inflamación en el intestino delgado y que dificulta la absorción de esta proteína ya que se produce un daño en las vellosidades del intestino delgado.
Se le considera una enfermedad fantasma ya que por cada paciente diagnosticado hay aproximadamente diez que no saben que padecen de EC. Es decir, aproximadamente el 75% de los pacientes desconocen los riesgos que tiene el consumo de gluten en la dieta diaria.
De la misma forma, los síntomas no son muy marcados o no siempre se presentan al momento de ingerir alimentos con gluten o sus derivados. Esto significa que, muchas veces, realizar un diagnóstico efectivo se transforma en una tarea compleja.
Según la Corporación de Ayuda al Celiaco (Coacel), los síntomas más comunes de la EC son gases, dolor de estómago, cansancio, cambio en el estado de ánimo, pérdida de peso, sarpullido en la piel, mal crecimiento en los niños, entre otros.
La intolerancia al gluten es una enfermedad permanente en el tiempo que no tiene cura y el consumo de esta proteína, aunque sea en pequeñas cantidades, puede causar trastornos importantes como osteoporosis y problemas de fertilidad, entre otros.
“En Chile la gente no sabe de esta enfermedad. Tengo compañeros de trabajo o amigos que siempre andan con dolor de estómago y les digo que vayan al doctor. Hay gente con intolerancia que les da cáncer o les salen tumores en el intestino porque no saben que no tienen que comer harina, centeno o cebada”; dice Little.
En Chile, no existen registros oficiales sobre la cantidad de pacientes que sufren de EC, pero se cree que la realidad local es similar a la de Argentina, donde uno de cada 200 habitantes es intolerante al gluten. Por esta razón, y según cifras de la Fundación de Intolerancia al Gluten, Convivir, se estima que hay aproximadamente cinco mil pacientes diagnosticados y otros cien mil que no saben que padecen de la enfermedad.
Cambiando la dieta
La intolerancia al gluten puede ser diagnosticada en cualquier etapa de la vida, aunque es más común en niños menores de 9 meses y en adultos entre 20 y 40 años. Una vez diagnosticada, el único remedio es hacer cambios en la dieta y dejar de consumir productos que contenga esta proteína.
Cuando el celiaco deja de consumir gluten, su cuerpo recupera la vellosidad dañada del intestino delgado. “Mi calidad de vida cambió totalmente, a los diez días de haber dejado el gluten me sentía mejor y había recuperado mi energía. Hay que ser bien selectivo con los alimentos ya que incluso un poco de gluten afecta el intestino aunque uno no lo sienta”, cometa Ruddy Little.
Lamentablemente, gran parte de los alimentos que se encuentran en el mercado tienen gluten, por esta razón los especialistas recomiendan leer bien las etiquetas y consumir alimentos para celiacos, los cuales no siempre son baratos.
“Hay muy poca variedad en Chile, fui a Argentina y ahí la cosa es distinta. Acá los alimentos que vienen rotulados son pocos y a veces escasean. Sin contar la poca información que hay sobre el tema”, comenta Little luego de diez años sin gluten.
Frente a esto, la fundación Convivir señala que “no hay que ver la dieta sin gluten como una limitación sino como una oportunidad para mejorar la calidad de vida”, y recomiendan basar la dieta en alimentos naturales y frescos como carnes, huevos, leches, pescados, legumbres, frutas y verduras. También cereales sin gluten, como el maíz o el arroz.
En Valdivia existen opciones para aquellas personas que sufren de EC como Roticelía y Lucimoss, al igual que la pastelería Sin Gluten, establecimientos en los cuales hay una gran variedad de alimentos para que quienes sufren de intolerancia al gluten puedan disfrutar de la comida sin sentir que se deben privar.
Lucimoss: www.facebook.com/Lucimoss.Valdivia
Roticelia: www.facebook.com/laroticelia.singluten
Pastelería Sin Gluten: www.facebook.com/sin.gluten.5