La infraestructura cuenta con 509 metros cuadrados y posee un local de ventas de souvenir, un restaurant con terraza para 70 personas, baños y un muelle para el atraque de embarcaciones menores que quieran hacer uso de los servicios.

Una inversión de alrededor de mil millones de pesos es el costo que tiene la creación e implementación del Barrio Flotante que se acaba de instalar en forma definitiva en la costanera de Valdivia. La estructura cuenta dentro de sus instalaciones con un restaurant para 70 personas, un local de venta de souvenir, una terraza y un muelle para las embarcaciones menores que quieran abordar desde el río las bondades de este nuevo punto turístico.

El gerente de operaciones de Transporte Fluvial Sustentable (TFS) y encargado del Barrio Flotante, Mauricio Hodges, explica que “nuestra idea es posicionarnos con nuestras embarcaciones, los Taxis Fluviales, realizando tour turísticos de 50 minutos más un tour que desarrolla la cervecería Kunstmann. Para ello, contamos con tres botes solares que parten desde el barrio cada media hora y tienen un precio de tres mil pesos”, afirma.

Hodges recalca que “a mediados de abril del año pasado, el Barrio Flotante fue trasladado a los Astilleros Alwooplast en Valdivia, mientras se conseguía la concesión marítima. Finalmente, contamos con un permiso provisorio por un año mientras se tramita la concesión definitiva”. Con ello, sus impulsores logran instalar la estructura en la costanera y generar un nuevo punto de atracción al costado del submarino O´Brien, el cual también está ubicado al borde del sector y es un museo turístico.

Barrio-Flotante-2Construcción Sustentable

La idea de utilizar el río como medio de transporte dentro de Valdivia, es una de las principales características del Barrio Flotante. Su creador y dueño de los Astilleros Alwooplast, Alex Wooper, apunta a que ha sido un desafío urbanístico que pretende devolver la identidad fluvial a la ciudad mediante la construcción sustentable y respetuosa con el medio ambiente.

El Barrio Flotante funciona en un 100 % con energía solar. Según, Hodges, “la instalación tiene 32 paneles solares en el techo que en un día soleado generan 50 KW de los cuales nosotros consumimos 20KW. El resto es entregado al sistema eléctrico de la ciudad”, afirma. Los servicios higiénicos están diseñados con sistemas de tratamiento de aguas residuales y la calefacción se logra gracias a bombas geotérmicas que extraen calor del río para ser utilizado en los diferentes recintos. El diseño permite purificar hasta siete metros cúbicos de aguas residuales negras que son tratadas por medio de un reactor biológico. Las aguas grises se procesan en dos plantas biológicas independientes y todas las aguas purificadas se devuelven al río.

El Barrio Flotante no está conectado a la red de agua potable, ya que al ser un proyecto sustentable se abastece desde el río y cuenta con una planta desalinizadora y esterilizadora que satisface todos sus requerimientos de consumo.

Por Sebastián Roldán.