La llave para un extenso camino de investigación científica

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No hay dudas de que los avances científicos y tecnológicos en la medicina actual, van creciendo a pasos agigantados, llegando a lugares insospechados hace algunas décadas atrás. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, tránsito en el cuál, las células madres prometen ser una llave muy importante.

La unidad básica del cuerpo humano es la célula. Existen de diferentes tipos y con  distintas funciones,  las que en conjunto hacen que nuestro organismo en toda su extensa complejidad, funcione. Al interior del cuerpo humano se forman otro tipo de unidades básicas que a diferencia de las anteriores no son especializadas; las células madres.

Bajo ciertas condiciones, estas unidades básicas de vida, no sólo pueden autoreproducirse, sino que diferenciarse y convertirse en distintos tipos de células. A groso modo, una célula madre puede llegar a ser y operar como una célula sanguínea, pancreática, muscular o cardíaca, etc. He ahí la maravilla, ya que médicamente esta importante característica le otorga eventuales multifunciones a las células madres. De ahí su vital importancia en el camino de la investigación científica.

La discusión bioética.

Por años, la discusión ética donde convergen visiones tan diferentes como la científica, la moral y la religiosa, se centró en la extracción de células madres desde el embrión. Posibilidad a la que muchos países han cerrado la puerta, ya que implica su muerte, y sobre todo luego de que en 1978 se descubriera la existencia de células madres en el cordón umbilical de un recién nacido.   Justamente en Chile, esta técnica es la utilizada por los diferentes bancos de células madres. De esta modalidad de extracción resultan dos, las células que se capturan desde la sangre del cordón y las que se capturan desde el tejido de dicho órgano, que luego del parto se desecha.

Otro origen de células madres adultas, son las extraídas mayoritariamente desde la médula ósea de cualquier persona adulta.

Si bien en Chile no existe un marco regulatorio específico en cuanto al uso de células madres, este avance científico ha pisado ya tierras chilenas hace más de media década.  Existen varios bancos privados para la conservación de estas células, además del Centro Público llamado Banco de Vida, fruto de la alianza entre la UC y la fundación Genómika.

En el ámbito privado existen diferentes centros y laboratorios que operan como Bancos de Células Madres. Un ejemplo de ellos es Vida Cel, que labora en las distintas regiones del país y que a nivel local lo hace a través de profesionales de la salud, quienes representan en Valdivia y Osorno a esta empresa creada en Chile en 2005.

Se trata de las matronas y socias de Matria Centro para la Crianza y Salud Femenina de Valdivia, Scarlet Letelier  y Giovanna Márquez, quienes hablan sobre la realidad chilena. «Si bien en Chile ya han habido trasplantes, estamos en pañales. En otros países, van mucho más avanzados, con tratamientos que aquí no existen todavía. En Alemania por ejemplo, los pacientes que son infartados cardíacos ya reciben tratamiento con células madres para reparar el daño. Existen bancos públicos, y existe también un listado para buscar dadores compatibles».

Ahora, hay que consensuar sobre un punto importante y romper con el mito de que las células madres son la panacea, así como argulle la matrona Letelier, «La gente no tiene que quedarse con ese mito de que les va a servir para cualquier cosa. Todavía hay mucha desinformación. Son buenas, pero no para todo».

El procedimiento

«Primero contactar a embarazadas que tengan el interés, y que normalmente ya se han informado sobre el tema, una vez que se les da el presupuesto y luego de que los papás lo decidan así, se hace el contrato y llega a su domicilio el kit con el que se tomarán y almacenarán las células madres de su bebé, hasta que finalmente se nos avise el momento del parto», describe Giovanna Márquez.

Así mismo el momento de extracción resulta ser bastante sencillo,«Esto no significa ningún daño para el bebé ni la mamá, porque en el momento que nace el bebé y se corta el cordón es cuando recién nosotras actuamos. Es todo bajo un procedimiento estéril, donde se pincha el cordón y se trata de extraer la mayor cantidad de sangre, la que se guarda en las bolsitas que traen un líquido anticoagulante, donde quedan almacenadas por hasta 48 horas. Además, cuando hay personas que también desean extraer células mesenquimales (en el tejido del cordón), se limpia un pedazo de cordón de aproximadamente 10 cms el que también se guarda en un envase especial y luego junto a las otras muestras se envía a Santiago en avión a Vida Cel, donde nos avisan la llegada de la muestra, y a su vez nosotros informamos a los papás. Finalmente, luego de 40 días les llega a los padres un informe completo sobre la contabilidad de las células, exámenes, etc.«

Células que provenientes de la sangre del cordón servirán potencialmente para enfermedades de tipo inmunológicas o sanguíneas como leucemia u otros tipos de anemia, mientras que las mesenquimales podrían ayudar a combatir enfermedades traumatológicas y degenerativas.

Tratamientos que en este amplio camino del trabajo científico irán mutando, mejorando e incluso pudiendo poder aplicarse en casos de otras enfermedades. Estudios que se están realizando nacional e internacionalmente, en centros como Instituto Tecnológico de Monterrey en México; Consorcio de Investigación en Células Madre (CICEMA), en Argentina o Clínica Las Condes en Chile, por lo que si usted se interesa del tema, debe estar alerta de que existen muchos mitos y expectativas que aún no se cumplen pues están en investigación. Téngalo muy en cuenta, no se quede sólo con la publicidad; lo esencial es informarse previamente antes de tomar una decisión y asumir un costo más en salud.

                                                                                       Por Natalie Gilbert