Básquetbol en silla de ruedas; la discapacidad no es un impedimento.

El Baloncesto en silla de ruedas tiene sus inicios en el estado de California de los Estados Unidos, a mediados de 1946. La idea surgió de un grupo de exdeportistas norteamericanos, quienes sufrieron lesiones físicas graves en diversos conflictos bélicos, incapacitándolos de practicar cualquier deporte de manera normal.

Desde entonces, el baloncesto en silla de ruedas ha mantenido un crecimiento sostenido, siendo uno de los deportes fundadores de los primeros Juegos Paralímpicos, realizados en la ciudad de Roma (Italia) en 1960.

La especialidad se juega actualmente de forma profesional y semiprofesional en más de cien países, siendo considerado el deporte paralímpico más importante y masivo a nivel mundial.

El baloncesto para discapacitados se juega en una cancha de dimensiones similares a la del Baloncesto Olímpico, el mismo balón, las canastas a la misma altura y la línea de triple a la misma distancia. Por lo demás, las reglas de juego no varían mucho a las utilizadas por ejemplo en la NBA o Liga Saesa, comprendiendo las diferencias obvias por supuesto.

Los jugadores participantes son evaluados con un sistema de puntuación médica, el cual trata de garantizar que deportistas con discapacidades físicas tengan sitio en los equipos.

Para participar, los atletas tienen que poseer una discapacidad física en sus extremidades inferiores que no les permita correr, saltar y pivotear. Estos son asignados con un puntaje del 1 al 4,5 dependiendo del nivel de discapacidad.

A modo profesional, un equipo no debe superar en la suma de los 5 jugadores en cancha los 14 puntos. Esto asegura un nivel similar de cada jugador en el terreno de juego, convirtiéndolos a todos en protagonistas.

La silla puede tener tres o cuatro ruedas, con la condición de que dos de ellas se ubiquen en la parte posterior. A modo profesional estas ruedas no deben superar los 66 cm de diámetro, mientras que la altura del asiento no debe superar los 53 cm.

Otro punto importante es que los apoya pies no pueden estar a más de 11 cm del piso. Y por último el cojín del asiento no debe superar los 10 cm de altura, exceptuando a los jugadores que están dentro del rango de 3,5 y 4,5, a ellos se les exigirá no superar los 5 cm.

ruedas 2El deporte en Valdivia

Esmerindo Uribe es el Presidente del único club de la especialidad en Los Ríos, el Club Social y Deporte Adaptados de Valdivia.

Uribe, quien además trabaja como encargado del centro de fotocopias de la Escuela El Bosque, comenta que los inicios del club se remontan al año 2011, cuando en marzo de aquel año, junto a un grupo de personas de similares condiciones, asistieron a un taller experimental de básquetbol en sillas de ruedas, organizado por el área de discapacidad del Departamento Social del municipio valdiviano.

“En esa oportunidad la Municipalidad contrató un monitor de Concepción con bastante experiencia en el tema, pero como era un taller experimental tenía fecha de término, fue así que nos organizamos para continuar trabajando en el tema”, aclara Esmerindo.

Desde entonces, comenzó la construcción del Club Social y Deporte Adaptados Valdivia, el cual el día de hoy cuenta con Personalidad Jurídica, siendo considerados por el Instituto Nacional de Deportes, logrando participar en diferentes ligas a nivel regional y nacional.

Esmerindo comenta que el club ha ido de menos a más en cuanto a resultados, “una vez organizado el club, fuimos invitados a participar en una liga llamada Liga Austral de Básquetbol en sillas de Ruedas, en donde además participaban Teletón y Cruz del Sur de Puerto Montt, Dyrmo de Osorno y Los Pingüinos de Carelmapu. El primer año solo obtuvimos el quinto lugar dado a la falta de experiencia, aunque este año ya hemos logrado subir al tercer lugar, lo que es un logro para nuestro trabajo y esfuerzo”.

“El deporte nos ha permitido crear redes con otras localidades, nos abrió muchas puertas y posibilidades que nos ha permitido continuar con nuestras actividades, además por primera vez fuimos convocados por el Comité Paraolímpico de Chile a participar de un zonal en Curicó, no logramos obtener una clasificación para el nacional, pero obtuvimos una gran experiencia” enfatiza el presidente del club Social y Deportes Adaptados de Valdivia.

Por Walter Avila