A 16 kilómetros al sureste de Valdivia y protegida por la puntilla «El Piojo», se ubica la caleta que lleva el mismo nombre y que se ha transformado en la puerta de entrada a Corral y la costa de la región.
La Caleta pesquera «El Piojo», se encuentra situada en Niebla Bajo a 16 kilómetros al sureste de la comuna de Valdivia. El lugar pertenece a un área de manejo que está conformada por alrededor de 70 familias que viven en el sector y que trabajan en la pesca y la recolección de mariscos y algas.
Según se retrata en el libro «Niebla: De nuevas historias a nuevas ruralidades» del autor Luis Aguirre, el origen de esta localidad se remonta al año 1940, donde se describe que existía una población de aproximadamente 50 familias que desarrollaban actividades portuarias y de pesca. Los hombres llegaron hasta la caleta El Piojo para canalizar el río y que no se embancara la arena a la entrada del Río Valdivia.
Hoy en día, en la caleta trabajan más de 60 personas quienes se encuentran agrupados en el Sindicato número 2 de pescadores.
Todos quienes son parte de este lugar viven y trabajan en el mar. Los hombres se han vuelto especialistas en la recolección de mariscos, destacando el chorito maltón,
almejas y navajuelas. Dentro de los pescados el que más se extrae en la zona es el robalo.
Las mujeres de la zona, realizan la recolección del pelillo desde noviembre a marzo de cada año, llegando a extraer más de 10 mil kilogramos de esta alga que es utilizada como materia prima para la elaboración de varios productos que varían en alimentos gourmet, cremas para la piel, champú y distintos fármacos.
Actualmente este lugar, es reconocido por turistas de todas partes de Chile y el mundo por la tradicional feria costumbrista y gastronómica que año a año se realiza en el verano durante el mes de febrero. Durante el acontecimiento, la caleta se transforma en un lugar de fiesta y alegría, donde llegan decenas de turistas que disfrutan de música y bailes folclóricos, siendo las rancheras y las baladas de artistas en vivo, el plato favorito de los asistentes.
La gastronomía no se queda atrás, existiendo variedad de platos y comidas típicas, lejos de las tradicionales empanadas fritas, se pueden adquirir huepos a la parmesana o una buena sopa marinera que contiene ulte, cierra y algas variadas.
Ricardo Cruchet Zyl
Una característica especial que poseía esta muestra costumbrista, era su querido animador, Ricardo Cruchet Zyl, quién realizó por 22 años la labor de presentar día a día durante el mes de febrero a todos los artistas que pisaban el escenario. Cruchet era una leyenda en la caleta, porque tras un particular estilo de animación, poseía envidiables conocimientos históricos de la zona costera que hacían irremplazable su presencia sobre el escenario.
«El profe» como cariñosamente era llamado por quienes lo conocían, falleció en junio del 2012, tras una falla multisistemica producto de una enfermedad renal. Su muerte causó gran pesar en la Caleta, sobre todo entre los pescadores e integrantes de la muestra costumbrista de la Caleta El Piojo, donde dejó una huella imborrable en dicho lugar.