La comuna de Valdivia es una localidad llena de contrastes y bellezas, compuesta por la asimétrica hermosura de sus bosques, la mixtura que hay entre su historia y multiculturalismo y los recónditos lugares que ni los mismos valdivianos conocen. Es así como llegamos a Isla del Rey, un lugar envuelto por frondosos árboles que se complementan con una actividad desconocida por muchos: la recolección del pelillo.
¿Qué es el pelillo?
El pelillo o Gracilaria chilensis es un alga endémica que se encuentra en casi toda la costa chilena, su alto contenido de yodo y sales minerales las han hecho famosas en todo el mundo, siendo solicitadas por la industria alimenticia y cosmética para fabricar productos de excelente calidad.
¿Para qué sirve el pelillo?
Esta alga se usa para extraer el agar-agar, sustancia que es famosa en el mercado extranjero, especialmente el japonés, el que se usa para confeccionar maquillaje, shampoo y algunos medicamentos.
Además, otros elementos que se extraen del pelillo son alginatos y la carregenina. Estos son usados como espesantes para cremas, detergentes, tintas de impresión textil, fertilizantes, medicamentos, estabilizantes para la industria alimentaria y farmacéutica, también para el área de odontología y cosmetología.
El pelillo en Isla del Rey
La extracción del pelillo en Chile comenzó a principios de los años 60’s y desde entonces se ha convertido en un recurso de gran importancia comercial. Posteriormente, a inicios de los 80’s surge el auge del pelillo, un momento histórico no sólo para la Isla del Rey y la provincia de Corral, sino que también para varios lugares del sur del país, una época denominada como la «fiebre del pelillo».
Este boom produjo cambios sociales, económicos y culturales, teniendo un rol en las actividades de explotación y en la acuicultura de recursos marinos en la Región de Los Ríos. Familias completas se dedicaban a la recolección que exigía este nuevo mercado; no obstante, el año 2007 este mercado decayó, llegando a pagarse de 20 a 50 pesos el saco, lo cual obligó a los pobladores de la Isla del Rey a cambiar de rubro.
En la actualidad, el auge que vive la extracción de esta alga se debe al aumento y estabilidad de su valor, algo que ha beneficiado la producción y exportación de este recurso. Los pescadores y buzos artesanales que se dedican a la extracción de la Gracilaria chilensis lo realizan a través de concesiones marítimas, los cuales son asignados a una agrupación en particular o simplemente lo extraen personas particulares con sus permisos respectivos.
Un negocio familiar
Francisco Díaz (46 años), buzo oriundo de la Isla del Rey, se dedica a la extracción del pelillo hace siete años, esta actividad sólo la trabaja durante la temporada de verano, mientras el resto del año se dedica a la comercialización de mariscos.
«En el periodo de extracción del pelillo el trabajo es arduo; hay que levantarse a las 6:00 a.m, a bucear. El pelillo se da en las orillas, ya que debe llegar luz para su crecimiento, lo más profundo que se puede encontrar es a 3 ó 4 metros, luego hay que cargarlo en el bote y descargarlo en la playa, tenderlo y secarlo. Cada dos o tres horas se da vuelta para que no se queme. Una vez seco se almacena en la bodega y finalmente se guarda en sacos», puntualizó Díaz.
«Una vez seco y guardado en sus respectivos sacos, el pelillo se comercializa con los intermediarios; quienes compran el producto y estos se lo venden a los compradores extranjeros, principalmente japoneses, mexicanos y españoles. Pero lo más importante es que para poder comercializar con los intermediarios se debe ofrecer un mínimo de 15 toneladas», afirma Díaz.
Francisco, junto a algunos familiares, cosecha un carretón por día, el cual puede cargar alrededor de 400 kilos. «Esto es un trabajo familiar, siempre nos hemos dedicado a la extracción del pelillo, por lo menos durante el verano. Somos una empresa familiar».
Así como menciona Francisco, este recurso es cotizado en Asia, Estados Unidos y Europa, donde reciben más del 90% de la producción. En Japón, por ejemplo, se consume directamente en guisos y postres por sus propiedades altamente nutritivas y bajas calorías.
Quien ha hecho de esta actividad su fuente de ingreso, sabe que los precios varían año tras año, sin embargo su exportación no, motivo que posiciona al pelillo como una de las algas más cotizada del mercado.
Son las 6 p.m. y el trabajo de Francisco y su familia ha terminado. El carretón se detiene para ser transportado a la casa de la familia Díaz; ahora sólo queda descansar y así recuperar fuerzas para una nueva faena a las orillas de la Isla del Rey.