Producto de una obstrucción respiratoria que gatillo una insuficiencia pulmonar falleció durante la madrugada del pasado lunes 10 de marzo en la Clínica Alemana de Valdivia.
Nacido el 27 de marzo de 1949 en el seno de una familia compuesta por Roberto Kunz y Hilda Villarroel, el “Chico Kunz”, como lo conocen sus cercanos, fue el único descendiente varón entre sus dos hermanas: Cecilia y Leticia.
Su niñez estuvo marcada por el ingresó al colegio Salesiano de Valdivia, lugar donde desarrolló su especial apego por el área musical, hecho que marcó toda su vida, luego de que decidiera ingresar a la banda del colegio donde estuvo por más de 40 años a cargo de su dirección.
“Si mal no recuerdo, Erwin era apasionado por los sonidos en general, le gustaba el acordeón y piano. Le encantaba pasar horas tocando sus notas y haciendo pequeñas interpretaciones de algunas orquestas. Él ingreso a la banda cuando estaba en primero de humanidades, y desde ese momento que demostró un gran talento, me imagino que eso fue lo que vieron las autoridades del colegio cuando decidieron darle el cargo de director con tan sólo 14 años” – Nelson Villanueva, amigo.
Una vez finalizados sus estudios escolares decidió entrar a estudiar la carrera de biología y química en la Universidad Austral de Chile, título que le permitió años más tarde desempeñarse como profesor de su ex colegio,lo que no impidió seguir con la banda.
“Como profesor, le encantaba realizar paseos a lugares, tanto así que formo el “Grupo de vida Silvestre”, en donde los alumnos sacaban fotos y recorrían las costas de la playa de Chaihuín para analizar la biodiversidad de la región. Después de eso, él hacía diaporamas con el material”– Nos cuenta su hermana Cecilia.
A pesar de todas las labores que tenía, Erwin siempre se mantuvo presente en el grupo de teatro, de la preparación de las licenciaturas de los cuartos medios y de la banda.
Un aspecto poco difundido dentro de los logros de Erwin, en su época de profesor del colegio, fue el desarrollo de una actividad extra-programática llamada la “Sala de Radio”, cuya función principal era interiorizar a un grupo de alumnos de los principios básico de la comunicación hablada y la operación de una radioemisora. Tal impacto tuvo esta actividad, que algunos de ello en la actualidad son reconocidas figuras de la locución en el ámbito nacional e internacional.
Su gran pasión por la banda del colegio, lo hacia entregarse en pleno a ella, incluso en épocas en que profesionalmente desarrolló funciones fuera del colegio, coordinaba sus vacaciones para la preparación del desfile.
No importaba si llovía o hacía frío, él era conocido por cumplir con la labor de estar todos los 21 de mayo con los alumnos para marchar por las calles de Valdivia.
Entre su círculo más cercano estaba Cristian Díaz, Jimmy Davis, Mauricio Pacheco y Eduardo Aranda, con quienes compartió sus más grandes aficiones.
Pese a la diferencia de edad que tenía con ellos logró formar lazos estrechos, al punto que muchos se convirtieron en hermanos de pesca, de anécdotas y de vida.
“Le encantaba salir a pescar en bote, y cursar los distintos lagos de la región en medio de la niebla en busca de algún pez. Pareciese que fue ayer cuando todos nos levantábamos temprano, llevábamos un trago, de esos que hacía él en su casa y nos íbamos a pescar alguna trucha o salmón al lago Llanquihue o Rupanco. Me acuerdo que le gustaba mucho preparar tragos de betarraga o zanahoria y tomarlos mientras salíamos a pescar o cuando escuchábamos en el tocadiscos algunos de los vinilos de colección que tenía en su casa, hecho que lo marcará por siempre”– Jimmy Davis, amigo.
De acuerdo a sus amigos, estos 110 años que cumplirá el colegio este año y que marcharán para el próximo 21 de mayo tendrán un sabor especial, serán dedicados a Erwin Kunz.