Por Dr Juan Luis Moreno. Médico Veterinario. Odontólogo y Cirujano Veterinario
Al igual que nosotros nuestras mascotas requieren de higiene dental. Ésta es la clave para evitar que se desarrolle la enfermedad periodontal.
La enfermedad periodontal es una alteración y/o destrucción de los tejidos que rodean al diente (Peri= alrededor y odonto=diente), esto puede ocurrir de forma lenta o rápida; la diferencia radica en la limpieza de los dientes, si se cepillan con frecuencia (3 a 7 veces por semana) la enfermedad se va a producir muy lentamente, pero si no se les cepillan los dientes a nuestras mascotas la enfermedad va a progresar rápidamente.
En su inicio esta patología animal se desarrolla por formación de placa bacteriana (lo que da la coloración amarillenta a los dientes) que va madurando y endureciéndose por la acumulación de minerales de la saliva, alimento y más bacterias que van transformando esta placa en sarro o también llamado cálculo dental, ya que llega a constituir una verdadera piedra. Cuando esta “piedra” llega a tocar la encía le cambia el color, dibujándose una línea roja en su borde. Ello quiere decir que está irritada e inflamada, llegando a sangrar, en la mayoría de los casos (lo mismo ocurre cuando nos cepillamos los dientes y la pasta toma un color rosado o rojo). Es en este momento cuando la encía se empieza a perder, porque al irritarse el hueso alveolar que la sostiene; se reabsorbe tratando de alejarse de la enfermedad, el diente pierde su sustento y cae finalmente por la infección.
¿Cómo nos damos cuenta que nuestra mascota tiene enfermedad periodontal?
Lo primero que notamos es el mal aliento o halitosis, que son gases sulfurosos (como un huevo podrido) que desprenden algunas bacterias en la placa o cálculo dental. Otro síntoma es el babeo constante o excesivo. También dejan de comer o comen más lentamente. Los gatos, por ejemplo; pueden incluso darle manotazos al plato de comida por el dolor. Casos, en que si levantamos los labios de nuestras mascotas podremos observar que la encía cambia de un color rosado a uno cada vez más rojo.
El problema no se limita a la boca. Además del mal aliento, y dolor al masticar; las bacterias que proliferan llegan a pasar al torrente sanguíneo, pudiendo afectar órganos vitales, como el corazón, riñones, articulaciones o el hígado. Lo que a su vez provoca infecciones en los mismos, a menudo con graves consecuencias, como son las endocarditis (inflamación de las válvulas cardíacas y su consecuente insuficiencia cardíaca), pielonefritis (infección renal que lleva a una insuficiencia renal); es decir, la mala salud bucal puede acortar la vida de su mascota.
¿Qué puedo hacer si mi mascota ya tiene sarro?
El 80% a 90% de los perros y gatos mayores de 2 años tiene enfermedad periodontal. Incluso, en algunas razas pequeñas, la enfermedad periodontal aparece ya al año de edad.
Si su mascota tiene placa se puede cepillar en forma frecuente (una vez al día en la noche o por lo menos cada 2 días) para detener el proceso, pero si ya tiene sarro la única manera de detener el progreso de la enfermedad es con una profilaxis bucodental, es decir, con una limpieza profunda bajo anestesia general inhalatoria, donde se requiere además de la presencia de un odontólogo veterinario, la de un anestesista que no sólo la anestesiará sino que también controlará todos sus valores fisiológicos mientras se realiza la intervención.
Procedimiento que incluye la toma de radiografías dentales, la extracción del sarro con una máquina de ultra sonido dental, el pulido de las coronas con máquina dental y luego una revisión de la profundidad de la encía en cada diente, para ver que tan dañada está la boca.
En este sentido, es importante no dejarse estafar, con el llamado destartraje, que consiste sólo en sacar el sarro, lo que no basta para detener la enfermedad periodontal. De hecho en países como Estados Unidos e Inglaterra está penado realizar destartraje sin incluir las demás actividades de una limpieza dental, porque además de ser un engaño, se considera mala praxis y maltrato animal.
Por otra parte, la enfermedad periodontal no ocurre igual en todos los animales. Incluso dentro de la misma boca, existen dientes más afectados que otros. Existiendo algunos factores que predisponen a padecerla, como la raza pues afecta mayormente a perros pequeños (menores de 10 kilos) como los poodles, yorkshire, malteses, pequineses, o en el caso de los gatos a persas y abisinios.
Con la edad de nuestras mascotas también la enfermedad aumenta progresivamente. Otro factor relevante es la oclusión dental (forma en que quedan los dientes cuando se cierra la boca), ya que una posición incorrecta de los dientes puede aumentar la acumulación de placa bacteriana, como ocurre en las razas de cara achatada como en el bóxer, pequinés, rottweiller, e incluso poodle y beagle, entre otras.
Las enfemedades sistémicas como la diabetes, enfermedades renales, pénfigo vulgar, lupus eritematoso y también algunos tipos de cáncer; también inciden en que nuestra mascota pueda desarrollar este mal. Además de la importancia de la dieta, ya que lo ideal son los pellet grandes que obligan a masticar el alimento y que al romperse sirven como elementos abrasivos sobre los dientes, despegando el sarro o la placa bacteriana, como una limpieza mecánica.
Hasta ahora, lamentablemente, no se puede curar del todo la enfermedad periodontal. Sólo se puede prevenir con cuidados como cepillado frecuente y visitas periódicas al odontólogo veterinario. En las razas pequeñas, como tienen mayor predisposición a sufrir esta enfermedad; se recomiendan controles dentales cada 4 meses. En las razas medianas, los controles pueden ser cada 6 a 8 meses y en las razas grandes los controles dentales pueden ser anuales.