El aumento del calor y la duración de la luz diaria desde que llega la primavera y hasta el final del verano, estimulan el desarrollo de los parásitos. Sin embargo, bajo un mecanismo adaptativo entran a un estado denominado de «Hipobiosis», que significa letargo biológico, lo que les permite sobrevivir al frío invernal y al aumento de la humedad ambiental.
Las pulgas son las que más utilizan este sistema. Las garrapatas, en cambio; son más sensibles a la humedad y al frío, por lo que afortunadamente en nuestra zona no sobreviven al invierno, sin embargo, con el cambio climático, hemos encontrado garrapatas en mascotas que no han salido de Valdivia. Una voz de alerta que insiste en la necesidad de controlar periódicamente la presencia de pulgas, piojos y garrapatas.
PULGAS
Las pulgas adultas pican a las mascotas para chupar sangre y alimentar a los huevos que depositan sobre el cuerpo del animal o en el suelo, habitualmente en la cama. Estos huevos con el calor ambiental se incuban y desarrollan, de ellos nacen unas pequeñas larvas que se alimentan de las escamas de piel y restos de fecas de las mascotas y humanos, una vez que han comido y crecido lo suficiente, se transforman en pupas, que es un estado de cambio en la forma del cuerpo, cuando el cuerpo de la pulga se ha desarrollado sale de este envoltorio capaz de picar y poner huevos. Una pulga puede poner hasta 600 huevos en toda su vida.
Estos nolestos parásitos pueden, a su vez, transmitir otras enfermedades. En la edad media llegaron a causar la muerte de una gran cantidad de población por la peste bubónica. También pueden provocar el tifus y son intermediarios en el ciclo de otros parásitos como Cestodos (Tenias o lombrices solitarias) Dipylidium caninum o Hymenolepis diminuta, los cuales pueden afectar al ser humano.
Piojos
Los piojos viven en la superficie de las mascotas y pasan toda su vida sobre ellos, por lo que se denominan parásitos obligados. Su ciclo dura 1 mes y las hembras van pegando sus huevos (liendres) de a uno en el pelo, llegando a poner más de cien huevos cada una. Siendo adultas viven entre 2 a 3 meses. Como no tienen alas no saltan de un animal a otro (como las pulgas) ni esperan al acecho un animal como las garrapatas, por lo tanto la única forma de contagio es por contacto directo de un animal a otro (madre a cachorro). Algunos se alimentan de escamas de piel y otros de sangre.
Garrapatas
Las garrapatas se clasifican en duras (de mamíferos) y blandas (de aves). Las de mamíferos ponen huevos que se transforman en larvas, de larvas pasan a un estado juvenil, antes de llegar a adultas, que se llama «ninfas» (poseen menos patas pero se alimentan de sangre), luego mudan su cuerpo y se transforman en adultas con capacidad de reproducirse.
Las garrapatas cuando son juveniles y cuando son adultas suben a ramas, pastos o alguna estructura mayor a 20 cm de alto para esperar a algún animal, esta espera puede durar días, semanas o meses. Con las patas de un lado del cuerpo se aferran a la estructura y con las otras se enganchan al pelaje del animal. Se alimentan de sangre y se sueltan del animal cuando están llenas, esto puede durar mucho tiempo. A medida que se van alimentando van secretando una especie de pegamento que las adhiere a la piel del animal. No se deben sacar tirando con los dedos, ni con alcohol, acetona o con fuego; hay sólo dos maneras eficaces: con antiparasitarios externos o con pinzas (de las que usan las mujeres para las cejas), pero la pinza debe apretar la cabeza de la garrapata muy cerca de la piel de la mascota ( si no la garrapata regurgita la sangre dentro de la piel) y con mucha paciencia retirarla suavemente durante un minuto para no causar daño en la piel de la mascota. No la reviente ni la queme, métala en un frasco con alcohol para no esparcir los huevos al ambiente, lo mismo con las pulgas. Las Garrapatas pueden transmitir enfermedades a los animales y a los humanos. En el humano, la enfermedad de Lyme y en los animales enfermedades sanguíneas como la Ehrlichiosis canina, Babesia, Hepatozoonosis.
¿CÓMO PUEDO PREVENIR QUE MI MASCOTA SE INFESTE?
No está mal escrito… infestación es el contagio por parásitos e infección es el contagio por microorganismos (bacterias, virus, hongos).
La prevención es relativamente fácil, basta con seguir el programa de desparasitación externa que le indique su médico veterinario. Existen en el mercado farmacéutico veterinario una gran gama de antiparasitarios externos que varían en los componentes, duración del producto en el cuerpo del animal, marcas y formas de aplicación. Lo ideal es ir cambiando de marca y componentes para no provocar resistencia al insecticida. No existen las vacunas o inyecciones para controlar los parásitos externos (del pelaje), sólo existen pipetas, spray y collares. La mayoría no pueden ser aplicados en cachorros, salvo algunos productos. Como son tantos y tan variados lo mejor es que se los indique y les enseñe la correcta aplicación, un médico veterinario.
Sin dudas, lo más importante es la higiene de nuestras mascotas. Un ambiente limpio, seco y en aquellas mascotas de pelo largo, peinar su pelaje diariamente, mantenerlo corto, llevándolo regularmente a la peluquería para corte y baño o mantención. Una buena alimentación, con alimentos de buena calidad nutritiva y no dejarse llevar por la publicidad.
Las visitas periódicas a su médico veterinario, para el control sanitario, van a ayudarle a mantener una mascota sana y por mucho, mucho tiempo.