Reducir, reutilizar y reciclar son las etapas que todos debemos seguir para combatir la contaminación ambiental que actualmente sufrimos y que, incluso, puede acabar con nuestras vidas.
La vigente contaminación existente en nuestro planeta es cada vez más preocupante. Prueba de esto son las 7 millones de personas que mueren al año por culpa de la contaminación atmosférica, cifra que la Organización Mundial de la Salud (OMS) fracciona básicamente en: accidentes y enfermedades cardiovasculares, cáncer y problemas respiratorios.
Por esta razón, es prioritario comenzar a crear conciencia y responsabilidad medioambiental, una opción que conlleva educar e informar sobre los riesgos y beneficios que implica nuestra participación como actores en el cuidado del medio ambiente.
Es así como nace la alternativa del reciclaje, una manera de reutilizar los elementos que usamos cotidianamente y que pueden ser la solución, o por lo menos gran ayuda, a los problemas ambientales que día a día aumentan.
¿Qué es reciclar?
Reciclar es un proceso mediante el cual distintos residuos se convierten en materia prima para obtener un nuevo producto; es utilizar nuevamente un material que consideramos como desecho, por eso debemos tener en cuenta que la basura que menos impacto provoca en el medio ambiente (desechos orgánicos) es la que no necesita ser reciclada.
La generación de basura a nivel global es un grave problema que se intenta combatir y el reciclaje es una de las principales soluciones para contrarrestar este impacto a la naturaleza. Reciclando ahorramos materias primas, agua, energía y también disminuimos el volumen de desperdicios que acumulamos diariamente.
¿Cómo podemos reciclar desde nuestro hogar?
Es prioridad que reciclar se convierta en un hábito diario; que sea tan cotidiano como lavarse los dientes o almorzar. Por esto, es importante que sepamos cómo realizar un reciclaje efectivo y responsable.
Para iniciar debemos tener en cuenta que nos enfocaremos en tres ejes: papel, vidrio y envases ligeros. Estos tipos de residuos poseen distintas características y por ende sus beneficios al ser reciclados son diversos. Es por eso que el Ministerio de Medio Ambiente de Chile entrega algunos datos que nos servirán para comenzar esta lucha contra la contaminación.
Papel: ¿Quién no uso alguna vez un cuaderno o una cartulina? En nuestra vida utilizamos enormes cantidades de papeles o cartones; desde nuestra infancia hasta nuestra vejez convivimos con este material, por lo cual su reciclaje puede ser de gran ayuda para su reutilización y de esta forma se evita provocar un daño excesivo al entorno.
Producir papel con fibras recicladas antes que con celulosa ayuda a disminuir la emisión de gases invernadero en un 38%, reduce en un 100% el uso de la madera, aminora en un 80% el consumo de agua en la producción del papel, merma casi la totalidad de las emisiones atmosféricas (95%), entre otros beneficios que también sirven para limpiar el aire de las ciudades.
Además, es conveniente mencionar que el cartón corrugado puede reciclarse hasta siete veces, lo que lo transforma en un elemento vital para mejorar nuestra calidad de vida.
Cabe señalar que no se deben arrojar al contenedor de reciclaje de papeles los siguientes elementos: cajas de Tetra Pak, toallas o servilletas de papel, recipientes con residuos de comida, fotografías, radiografías, cajas recubiertas con algún material que no sea papel o cartón, cajas de medicamentos (tienen un tratamiento especial de reciclaje) y en general todo material que no sea hecho de papel.
¿Cómo reciclamos el papel?
Para comenzar a reciclar papel es imprescindible que aprendamos a hacerlo correctamente. Lo primero es tener un contenedor donde podamos desechar los papeles que reciclaremos. Luego, las cajas de cartón que ocupen poco espacio deben ser aplanadas, mientras que las cajas y papeles de mayor tamaño pueden ser apiladas debajo de un recipiente.
Una forma de ahorrar tiempo y espacio, y que además otorga comodidad, es depositar todos los papeles y cartones en una bolsa de papel, esto para que reciclar no sea algo tedioso y desagradable.
Finalmente, pero no menos importante, hay que quitar los clips, espirales y grapas de los papeles, para que no se mezclen los artículos y así tengamos un reciclaje pulcro y satisfactorio.
Vidrio: Este material inorgánico se caracteriza por ser sólido, frágil, imperfecto y transparente, el cual utilizamos para construir ampolletas, botellas, envases farmacéuticos, lentes, etc.
Los beneficios que concede reciclar este elemento son los siguientes: reduce la cantidad de residuos de vertedero (tres botellas equivalen a 1 kilogramo de desechos), disminuye la contaminación del aire (20% menos de contaminación en la fabricación de vidrio) y el consumo de agua, se ahorra energía y se economizan materias primas (3.000 botellas recicladas corresponden a una tonelada de materia prima).
A nuestro contenedor, donde reciclaremos el vidrio, no debemos tirar las tapas de los envases, vasos, copas, tazas, platos, ventanas, envases de vidrio de medicamentos, espejos y cualquier artículo que no sea un recipiente de vidrio.
¿Cómo reciclamos el vidrio?
Para reciclar vidrio es clave tener un buen contenedor, pues éste debe ser capaz de albergar nuestros envases (vacíos) sin que se salgan de su lugar, ya que el vidrio, al romperse, puede causar serias cortaduras.
De igual forma, es fundamental que vaciemos todos los residuos alimenticios de los envases que posteriormente reciclaremos, así ayudaremos a que el ciclo de reciclaje circule con mayor fluidez.
En conclusión, es esencial que reciclemos el vidrio, ya que si no lo hacemos, cada botella que desechemos tardará más de cien mil años en desintegrarse.
Envases ligeros: Consideramos envases ligeros a los recipientes de plástico, metal y Tetra Pak, por lo que descartamos los productos sanitarios (jeringas, envases de medicamentos, bolsa de plasma, etc.), bolsos, maletas, carteras, encendedores, lápices, ropa, calzado, plásticos que no sean envases (juguetes, sillas, etc.), utensilios de cocina, entre varios productos más.
Es necesario señalar que reciclar estos artículos reduce el consumo de petróleo, ahorra energía y atenúa la contaminación del aire.
¿Cómo reciclamos los envases ligeros?
Es recomendable juntar todos estos envases en una bolsa plástica de supermercado, para luego desecharla al contenedor correspondiente. Debemos desocupar los recipientes completamente y enjuágalos si se requiere, esto último para que no expelan mal olor mientras son guardados en nuestro hogar.
Debemos doblar las cajas Tetra Pak y aplastar las botellas de plástico junto a las latas, de esta manera no ocuparán demasiado espacio. Por último, no es aconsejable apilar demasiados envases, para que podamos llevarlos con mayor facilidad a los respectivos puntos de reciclaje.
No debemos olvidar que a la hora de botar nuestra basura siempre hay que tener presente la regla de las tres R: Reducir, sabiendo que es casi imposible evitar la generación de desechos, se aconseja disminuir la producción de estos; Reutilizar, usar y aprovechar más de una vez los productos que utilizamos; y Reciclar, depositar responsable y selectivamente nuestra basura, así podrán crearse nuevos artículos y, lo más importante, reducimos el impacto al medio ambiente.
Por Claudio Castro