Generar valor agregado en torno al cochayuyo, luche, choritos, entre otros recursos del mar es el desafío del grupo de mujeres de la costa de la Mariquina.
Desde hace varios años que el Sindicato de Recolectoras de Orilla de Mehuín viene trabajando en la generación de oportunidades de desarrollo para sus socias, mujeres que día a día luchan por sostener económicamente sus hogares, al tiempo que buscan se reconozca el rol de la mujer en el mundo de la pesca artesanal.
A base de mucho esfuerzo y perseverancia las algueras han ido ganando un importante espacio en un sector económico que hasta hace poco invisibilizaba el aporte femenino, trabajo que no ha sido fácil, según relata la presidenta del Sindicato de Recolectoras de Orilla de Mehuín, Julieta Vega, pues han debido aprender a trabajar asociativamente como condición necesaria para la obtención de fondos públicos y privados para la materialización de sus ideas de negocio.
«Como recolectoras de orilla sentíamos que no se nos daba el apoyo que necesitábamos y por eso nos organizamos, porque debíamos hacer valer nuestro género y decir que las mujeres también tenemos un rol productivo en la pesca«.
Julieta Vega posee una extensa trayectoria como dirigente social, con más de 20 años pujando por el desarrollo de su comunidad y desde el 2008 lidera al grupo de trabajadoras del mar. Según cuenta, entre los primeros logros de la institución fue obtener cursos de capacitación en gastronomía para las socias del sindicato, convirtiéndose éste en el paso decisivo para aspirar hoy en día a la construcción de una pequeña planta de proceso de conservas de pescados y mariscos.
Por su parte, la secretaria del sindicato, Patricia Mondaca, enfatiza en la capacidad de poder avanzar en conjunto como algo determinante al momento de afrontar los desafíos.
Además agrega que “nuestras socias trabajaban de manera individual, pero ahora queremos hacerlo asociativamente y así generar puestos de trabajo y una fuente de ingresos permanente para todas ellas, en su mayoría jefas de hogar«.
En la misma línea, Julieta Vega destaca el compromiso de las mujeres por sacar adelante sus hogares y hoy en día todas aspiran a convertirse en microempresarias del sector costero. «Queremos vender conservas de productos del mar, en mi caso hago choritos en aceite de oliva y maravilla, pero vamos a dar el paso para producir todas unidas y así proyectarnos en el mercado», asegura la dirigente.
Es así como este sindicato, con el apoyo de la Federación de Pescadores Artesanales de Mehuín y del mundo público y privado, ha logrado posicionar el trabajo de la recolección de algas como una actividad productiva de importancia en el sector pesquero artesanal.
Actualmente la organización de mujeres planifica la puesta en funcionamiento de un galpón de acopio y secado de algas, para luego implementar una sala de proceso de recursos del mar, proyecto que le permitirá concretar su sueño de ser empresarias.