Su gran extensión, una rica y antigua historia fluvial, además de ser un atractivo polo turístico, convierten  a la cuenca del río Valdivia en una de las más importantes del país. Sus aguas, que llegan al Pacífico en abundancia, y recorren la Región de Los Ríos, de punta a cabo, son trasandinas, es decir, que se originan al otro lado de la Cordillera de Los Andes.

kayak-y-libertaPara conocerla, es imprescindible hacerlo bajo un reformado concepto de turismo que ha llegado para quedarse en el mundo entero. Chile no es la excepción, sino que un ejemplo de lo provechoso que puede llegar a ser el llamado Turismo de Intereses Especiales, también conocido como TIE. Término que deja de lado la clásica idea de vacaciones en la arena y bajo el sol.

Sin dudas, que con este tipo de turismo, se logra un gran aprendizaje, ya que no sólo se cumple con relajo y desconexión, palabras claves a la hora de pensar en disfrutar de unos días libres, sino que también se conoce a cabalidad al lugar que se visita. En este contexto, es que las empresas con el TIE, como objetivo claro, entregan distintas ofertas como excursiones, navegación, kayak, rafting, trekking, y ascensos, además de interpretación ambiental, avistamiento de aves o pesca deportiva.  Una oportunidad que nos acerca a la naturaleza, y a las personas que habitan en dichos lugares, conociendo sus formas de vida, su historia, gastronomía, y cultura, entre otros.

En esta aventura del Turismo de Intereses Especiales es que con 14 SUR nos adentramos en la gran cuenca del río Valdivia, que en su amplia extensión (10.275 km2 ) posee distintas áreas pertenecientes al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas por el Estado, SNASPE, como la Reserva Nacional Mocho – Choshuenco, Parque Nacional Villarrica y Reserva Nacional Valdivia, entre otras.

Todo parte en el lago Lácar, inmerso en el Parque Nacional Lanín en la argentina ciudad de San Martín de Los Andes. De origen glaciar, tal como los que le siguen, y rodeado de tupidos bosques andinopatagónicos el Lácar se abre avanzando hacia Chile unido en una pequeña franja de agua dulce al lago Nonthué, y éste forma al río Hua Hum. Hasta ahí, de la frontera política con Chile aún no sabemos.

Pero sí de leyendas e historias mapuche, como la piedra de Trompul, que adopta ciertos colores con la caída del sol o que genera con su forma el canto del viento. Un circuito en que se pueden hacer caminatas, kayak, campamento, y rafting, entre otras actividades.

A medida que avanzamos la naturaleza comienza a hablarnos de la selva valdiviana, especies como el canelo, y el taique, son parte del paisaje. Ya estamos en el paso fronterizo más bajo de Chile, con sólo 659 mts de altura sobre el nivel del mar; en Hua Hum, dejamos a Argentina atrás.

El agua también sigue su camino natural. El río Hua Hum que nace del lago Nonthué llega a Chile para depositar su aventura cordillerana en el lago Pirihueico. Sobre estas cristalinas aguas, distintas empresas realizan actividades deportivas, como es el trabajo de Pueblito Expediciones, quienes desde Valdivia llegan a San Martín de Los Andes para iniciar el recorrido en kayak que finaliza en Puerto Fuy, pasando por la el tranquilo Lago Pirehueico, en la llamada Travesía San Martín – Puerto Fuy, de 4 días.

Así mismo, Turismo Alerce ofrece olvidarse de las tensiones cotidianas en rápidos de grados 3 y 4 por el río Fuy, entre otras rutas o productos turísticos.

Trayecto en que existe un recorrido asombroso en la barcaza «Hua Hum» que une las localidades Puerto Fuy y Puerto Pirehueico. En una hora y media se recorren 26 kilómetros, para luego tomar camino de ripio hacia Panguipulli.

El charco de nieve, o Pirihueico es el primero del llamado circuito 7 lagos del territorio chileno precordillerano. Es así como a éste le seguirán los lagos: Neltume, Panguipulli, y Riñihue hacia el oeste, mientras que mirando al norte surgen el Pellaifa, Pullinque y Calafquén. Lugares en que se pueden realizar distintas actividades como excursiones, trekking o rafting. Es el caso de la empresa Rucapillán, ubicados en la localidad de Choshuenco, comuna de Panguipulli, quienes no sólo cuentan con guías expertos, sino que también con un hotel, cabañas y restorant.

Desde Panguipulli por el norte, tomando el camino, asfaltado primero y de ripio después, hacia Coñaripe, las opciones son varias. Distintos caminos se abren si la idea es aventurarse y recorrer sin guías. Se pueden visitar las riberas del Lago Pellaifa, o Pullinque, aguas tranquilas especiales para el kayak y la observación de la flora y fauna del sector. Coñaripe, o Paso del Guerrero en mapudungun, ofrece no sólo un bellísimo paisaje con un paredón precordilerano surgiendo casi desde el lago Calafquén mismo, con hermosas caídas de agua, sino que también, a través de pequeñas empresas, muchas veces familiares; se pueden hacer cabalgatas, canopy, caminatas, termas, y por supuesto optar a alojamiento.

En nuestro seguimiento a la cuenca del río Valdivia, regresamos a Panguipulli,  nos sumergirnos en el río Enco que desemboca en el lago Riñihue cuyo desagüe es la antesala de lo que nos espera antes de aproximarnos a Valdivia; el Río San Pedro.  En esta área, las actividades náuticas se repiten entregando al turista la adrenalina de los rápidos en rafting o la tranquilidad de la pesca deportiva. Actividades que pueden encontrarse visitando el Hotel Riñimapu a orillas del Lago Riñihue, o agencias turísticas de la ciudad de Los Lagos, ubicada a 38 kilómetros de dicho lago.

Siguiendo por el río San Pedro,  llegamos al conocido Calle Calle el que recorrerá pasando por distintas localidades como Pishuinco, Antilhue, o Huellelhue, antes de llegar a Valdivia y engalanar las postales de la capital de Los Ríos, con sus puentes, costanera, barcos y lobos marinos. Pasarán cerca de 55 kilómetros antes de unirse en un solo gran brazo con el río Cruces, y bautizarse como Río Valdivia.

A su vez, el río Cruces que también realiza un importante recorrido, es de origen preandino, es decir; que nace en territorio chileno. Proveniente de de la Región de la Araucanía, más específicamente, desde varios esteros que nacen entre los lagos Villarrica y Calafquén con el nombre inicial de San José Copihuelpi, llega a tener, el río Cruces, una extensión total de 125 km. Pasando por San José de la Mariquina, y siendo hogar de gran biodiversidad en el conocido Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter, antes de reunirse con el Calle Calle.

En este representativo río de Valdivia, el Calle Calle, así como en los que le rodean: Cruces, o Cau Cau, se desarrollan distintas actividades náuticas como kayak, remo y navegación de barcazas turísticas.

Justo bajo el puente que nos lleva a Niebla vía terrestre, de la unión del Cruces y el Calle Calle nace el río Valdivia que recorrerá cerca de 15 km antes de fundirse por completo con las aguas saladas que bañan la costa de la Provincia de Valdivia. Allí alimentará, ya cargado a la sal, como todo un estuario, las riveras de islas como Mancera, o El Rey, además del Puerto de Corral, o caleta Amargos en frente de Niebla. Un recorrido alucinante por los ecosistemas formados al alero de esta gran cuenca, hogar de gran diversidad de especies, que deposita toda su fuerza natural desde Los Andes hasta el Pacífico.

Por Natalie Gibert