En calle General Lagos, en parte de lo que hasta mayo de 1960 fuera el emplazamiento del Liceo de Hombres, se ubican las instalaciones del Club de Yates de Valdivia. A este lugar, se suma el sitio de Estancilla, el cual permite el resguardo de embarcaciones de mayor calado. Valdivia ofrece una ventaja que ningún punto del país puede ostentar puesto que las embarcaciones quedan resguardadas en medio de agua dulce cuyo ambiente le otorga mayor durabilidad a las estructuras navieras.
El Club de Yates, es el más antiguo de su tipo en Chile. Sus orígenes se remontan al 13 de julio de 1912. Dicho año y una vez que la ciudad logró reponerse de una serie de calamidades como el Gran Incendio de 1909, un grupo de entusiastas amigos decidieron reunirse en base a un interés común, la pasión por la navegación dando vida al Club de Yates que en un principio se denominó «Segelverein».
Entre los asistentes a la primera reunión destacan: Edgar Altman, Oscar Anwandter, Federico Finsterbusch, Karl Fritz, Eduard Gunckel, Reinhold Haeffner, Jorge Halder, Gerog Hardessen, Paul Hardessen , Richard Martin, Enrique Momberg, Rudolf Oettinger, Helmuth Richter, Albert Stolzenbach, Otto Stolzenbach y Oscar Zerweck . Una vez reunidos, se explicó el objetivo del encuentro: «conformar una entidad que potencie la actividad náutica en un nivel distinto al que conocía la mayoría de los valdivianos».
Ya no sólo era importante el uso del río por las embarcaciones que tuviesen un fin comercial, sino que también era posible la diversión en conjunto con la realización de actividades deportivas de carácter competitivo. A partir de ahí, se inició la construcción del Albatroz y del Aphrodite (1900), a los que seguirían durante más de 100 años diversos tipos de veleros. Entre los que se destacan para el recuerdo, están las siguientes embarcaciones: Meteor, Seeadler, Puelche, Popeye, Petrel, Piquero, Planeta, los Passat, Pudel, Lausbub, los Caleuche la Goleta-Yate Huaira, los Araucano, Lautaro, Surazo, Vagabundo, Los Aphrodite, Ainilebu, Pimm, Sturmvogel y el Gitano entre tantos otros.
La primera sede del club, se ubicó en Avenida España -sector de Las Animas-,
donde no contaba con dársena -parte resguardada artificialmente para la carga y descarga de embarcaciones-, razón por la cual los botes quedaban a merced de las mareas, corrientes, inundaciones y el intenso tráfico de lanchones y vapores.
En 1912,los veleros no traspasaban la desembocadura del río y los volcamientos, varadas y choques contra los muelles eran algo cotidiano. En la actualidad, tras 100 años de navegación y una historia en torno al río, nadie se asombra cuando se inicia una travesía transoceánica desde el Club de Yates de Valdivia. Y todo comenzó un lluvioso día de julio de 1912 …